Es necesario que me calme y me resigne. Dejar de escribir aquí y pasar por alto las vicisitudes de la vida o aprender a vivir con ésta dermatitis esperando la aparición de nuevos padecimientos. Terminar haciendo parte de mi vida diaria aquella frase tan fatalista "De algo me he de morir".
No, la verdad que no me va.
Buen truco el mío! Cubrir la entrada anterior con una nueva y más absurda, cuando sería mucho más sencillo borrarla, pero no, yo prefiero enterrar al muerto con un brazo afuera, como deseando por dentro (y de manera un tanto evidente) que lo encuentren.
1 comentario:
Nada de resignación, esa es una palabra infame. Por otro lado, la entrada anterior, a pesar de cierta tristeza inherente(eso de no estar ahí cuando eso es lo que uno quiere), es muy buena...
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