Escalofrío matutino, apenas inicia el día ya sabes que el optimismo pronto caerá.
El grito para levantarte, las culpas que te persiguen desde la infancia, el dolor de dedos y brazos a consecuencia de un reciente portazo, el café desabrido, el dolor de cabeza por el llanto prolongado, el amigo que te da mil excusas y termina con un "Lo siento" totalmente vacío, los gritos otra vez, el remordimiento de cagarle la vida a alguien más...
Que frío hace en Guadalajara, este febrero es tan extraño, este sábado fue tan aburrido y el domingo terminó por matar el misero gramo de optimismo que me quedaba, I don't want hope! Hope is killing me! My dream is to become hopeless. Eso decía un personaje gris en una comedía americana de los años 90... y tenía razón.
Parece que ésta ciudad no volverá a ver el sol y mucho menos a guardar la calidez de sus rayos, esto es ya puro pavimento y tristeza, la nota roja que vende más cada día, el café frío, la cerveza tibia, los amigos que se evitan y se desvían la mirada en las calles del centro de la ciudad.
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El grito para levantarte, las culpas que te persiguen desde la infancia, el dolor de dedos y brazos a consecuencia de un reciente portazo, el café desabrido, el dolor de cabeza por el llanto prolongado, el amigo que te da mil excusas y termina con un "Lo siento" totalmente vacío, los gritos otra vez, el remordimiento de cagarle la vida a alguien más...
Que frío hace en Guadalajara, este febrero es tan extraño, este sábado fue tan aburrido y el domingo terminó por matar el misero gramo de optimismo que me quedaba, I don't want hope! Hope is killing me! My dream is to become hopeless. Eso decía un personaje gris en una comedía americana de los años 90... y tenía razón.
Parece que ésta ciudad no volverá a ver el sol y mucho menos a guardar la calidez de sus rayos, esto es ya puro pavimento y tristeza, la nota roja que vende más cada día, el café frío, la cerveza tibia, los amigos que se evitan y se desvían la mirada en las calles del centro de la ciudad.
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