sábado, 29 de octubre de 2011

miércoles, 26 de octubre de 2011



Y sé muy bien que no estarás.
No estarás en la calle,
en el murmullo que brota de noche
de los postes de alumbrado,
ni en el gesto de elegir el menú,
ni en la sonrisa que alivia
los completos de los subtes,
ni en los libros prestados
ni en el hasta mañana.

No estarás en mis sueños,
en el destino original
de mis palabras,
ni en una cifra telefónica estarás
o en el color de un par de guantes
o una blusa.

Me enojaré amor mío,
sin que sea por ti,
y compraré bombones
pero no para ti,
me pararé en la esquina
a la que no vendrás,
y diré las palabras que se dicen
y comeré las cosas que se comen
y soñaré las cosas que se sueñan
y sé muy bien que no estarás,
ni aquí adentro, la cárcel
donde aún te retengo,
ni allí fuera, este río de calles
y de puentes.

No estarás para nada,
no serás ni recuerdo,
y cuando piense en ti
pensaré un pensamiento
que oscuramente
trata de acordarse de ti.


Julio Cortázar

martes, 25 de octubre de 2011

After such pleasures

After such pleasures




Esta noche, buscando tu boca en otra boca,

casi creyéndolo, porque así de ciego es este río

que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,

qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor

sabiendo que el placer es ese esclavo innoble

que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.



Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar

ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni

esperanza.

Solo en mi casa abierta sobre el puerto

otra vez empezar a quererte,

otra vez encontrarte en el café de la mañana

sin que tanta cosa irrenunciable

hubiera sucedido.

Y no tener que acordarme de este olvido que sube

para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos

y no dejarme más que una ventana sin estrellas.


After such pleasures




Esta noche, buscando tu boca en otra boca,

casi creyéndolo, porque así de ciego es este río

que me tira en mujer y me sumerge entre sus párpados,

qué tristeza nadar al fin hacia la orilla del sopor

sabiendo que el placer es ese esclavo innoble

que acepta las monedas falsas, las circula sonriendo.



Olvidada pureza, cómo quisiera rescatar

ese dolor de Buenos Aires, esa espera sin pausas ni

esperanza.

Solo en mi casa abierta sobre el puerto

otra vez empezar a quererte,

otra vez encontrarte en el café de la mañana

sin que tanta cosa irrenunciable

hubiera sucedido.

Y no tener que acordarme de este olvido que sube

para nada, para borrar del pizarrón tus muñequitos

y no dejarme más que una ventana sin estrellas.


♥Musique♥